La calabaza potimarrón u hokkaido es una de las más sabrosas. De piel roja y carne de color naranja-amarillo, pesa entre 1 y 2 Kgs. y tiene forma de pera. Es un alimento "gourmet", con un ligero sabor a castaña y aroma muy fino. Como curiosidad, no necesita pelarse antes de cocinarlo.
La calabaza potimarrón, de la especie Cucurbita maxima, toma su nombre del francés "marrons glacés" (crema de castañas), pero es oriunda de la isla de Hokkaido, en el norte de Japón. Tiene forma de pera, con una piel roja muy dura, y carne anaranjada, y su peso oscila entre 1 y 2 kilos. El nipón Georges Ohsawa, creador de la macrobiótica, introdujo sus semillas en 1957 en Occidente, y éstas se adaptaron rápidamente a nuestro clima. A diferencia de otras calabazas, la potimarrón no necesita ser pelada. Se extraen sus semillas y se puede consumir de diversos modos: rellena, en crema, frita, en postre, etc.
La calabaza potimarrón, también conocida como calabaza Hokkaido, es, por sus propiedades, un alimento gastronómico "gourmet". Destaca por la suavidad de su textura y por su exquisito sabor con un toque a castaña, de ahí su nombre. Además, es una fuente de vitaminas A, B, C, D, E, oligoelementos (fósforo, potasio, silicio, sodio..), ácidos aminados, ácidos grasos insaturados, almidón, caroteno y azúcares naturales. En concreto, su contenido en caroteno (pro-vitamina A), dos veces más importante que en la zanahoria, la hace particularmente recomendada para la belleza del cutis y la salud de la piel.
La calabaza potimarrón u hokkaido es una de las más sabrosas. De piel roja y carne de color naranja-amarillo, pesa entre 1 y 2 Kgs. y tiene forma de pera. Es un alimento "gourmet", con un ligero sabor a castaña y aroma muy fino. Como curiosidad, no necesita pelarse antes de cocinarlo.